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El cine en su propia esencia

Inés Romero. Castellón

Querido diario, la película dirigida y protagonizada por el italiano Nanni Moretti, está dividida en tres capítulos totalmente independientes, en los cuales muestra su propia visión de la vida, de una manera en la que a veces utiliza la comedia y en otras la crítica desde un punto parcialmente autobiográfico, pero es un filme que está rodado de manera artesanal.


Una de las cosas que más llama la atención del primer capítulo, el cual es titulado Vespa, es que está rodado a partir de un travelling en el que la cámara sigue a Nanni Moretti mientras realiza un recorrido en moto por las calles de la ciudad de Roma. Al ser una película que contiene partes autobiográficas, se pueden percibir, sobre todo en este capítulo, algunos deseos, opiniones e inquietudes que tiene el protagonista. Asimismo, una de las escenas que más ha captado mi interés es en la que aparece un crítico de cine al que Moretti le hace llorar a través de la lectura de sus propias críticas. Además, se puede ver un claro homenaje a Pier Paolo Pasolini, uno de los directores de cine italianos más importante, donde el protagonista confiesa que nunca ha visitado el lugar donde fue asesinado: «No sé por qué nunca he estado en el sitio en el que mataron a Pasolini».


El segundo capítulo, que recibe el título de Islas, Nanni Moretti realiza una ruta a varias islas. Aquí se puede detectar una escena con mucha comedia, pues cuando visita la isla Salina, donde todas las parejas tienen únicamente un hijo, que es el que se encarga de coger el teléfono a las personas que llaman y los niños obligan a los adultos a hacer lo que quieren.


En estos dos primeros capítulos, también es relevante destacar su gran atractivo estético, puesto que están llenos de espectaculares paisajes, tanto urbanos en los que aparecen las calles de Roma extrañamente vacías, y naturales, como es el archipiélago o el volcán de Stromboli. Asimismo, desde mi punto de vista, la música que aparece en ambos capítulos tiene un papel fundamental.


Médicos, que el tercer capítulo del filme, el director italiano Moretti nos muestra su experiencia personal en el que hace una gran crítica, a mí parecer, sobre los médicos. Tras padecer unos enormes picores por todo el cuerpo, decide ir a varios dermatólogos para ver qué es lo que le sucede y a cada uno que va, le recetan unos medicamente totalmente diferentes con los que no consigue paliar el picor.


Moretti es capaz de transformar sencuencias que aparentemente parecen totalmente normales dentro de lo cotidiano, sin ningún interés en particular, en unas secuencias que fascinan al espectador y que les hace pensar y experimentar ciertas sensaciones. Sin duda, a través de esta película comprendemos que en el cine lo importante no son los personajes.


En definitiva, Querido diario es una de esas películas que cuando la terminas te quedas con la sensación de no haberla entendido del todo, pero que con el paso del tiempo consigues comprendes todas esas sensaciones experimentadas y te das cuenta de lo que es capaz de conseguir un director como Nanni Moretti.

 

 

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